La organización comenzó a funcionar en el 2014, con el objetivo de aportar al desarrollo social del barrio. Ubicado en La Cava, San Isidro, cubren las necesidades de alimentación, indumentaria y materiales escolares.
Ayudan a más de 30 familias, asisten más de 150 chicos a las meriendas y cenas acompañados por adultos y mayores. También ofrecen apoyo escolar con voluntarios universitarios que ayudan y enseñan a 60 niños a resolver diariamente sus tareas.
Actualmente, cuentan con su propio espacio, un gran logro para Pancita Feliz. Sin embargo, tienen mucho más para crecer. Una necesidad puntual hoy es poder tener un espacio lo suficientemente amplio para que los chicos puedan comer juntos, y no por turnos. Desde la fundación ayudamos a este comedor para que crezca, tiene mucho para dar y recibir, generando mayores oportunidades para aquellos que más las necesitan.